Economía

El mayor centro de Amazon en España, al descubierto

Work hard, have fun, make history. Trabaja duro, pásalo bien, haz historia. Este es el lema que se puede leer a lo grande en el vestíbulo de la planta de Amazon de El Prat, el mensaje que cada día del año, sea la hora que sea, da la bienvenida a los 3.000 trabajadores del mayor centro de la multinacional en España. Ocupa unos 200.000 metros cuadrados, como 40 campos de fútbol.

En pleno auge del comercio electrónico, el gigante tecnológico abre las puertas de sus instalaciones para mostrar a este diario “la magia que hay detrás del clic”, la operativa que le ha convertido en líder imbatible de la venta online. Del 2019 al 2020, la empresa fundada por Jeff Bezos ha duplicado beneficios, hasta 17.800 millones de euros, y ha ingresado un 38% más, hasta 321.000 millones. De ellos, 5.400 en España.

Visitando dos de sus plantas en Catalunya, la nave de almacenaje en El Prat y la estación logística de la Zona Franca (tiene ocho almacenes más, todos en la demarcación de Barcelona), se puede comprobar el poder que tiene la compañía sobre el empleo y el comercio local y también el rápido crecimiento que está experimentando. Hace solo cuatro años que inauguró la planta de El Prat, la primera en Catalunya y la segunda en España (la de San Fernando de Henares, en Madrid, lleva operativa desde el 2012). 

Su capacidad está al 100% y prueba de ello es el abrumador ruido que desprende nada más entrar. Cuesta trabajo hacerse entender en voz alta. Son muchas las frecuencias que coinciden a la vez: la del ajetreo de los operarios empaquetando a toda velocidad, la del movimiento de cintas transportadoras que recorren 2,5 km de las cuatro plantas del almacén, las idas y venidas de los montacargas robotizados, los generadores de energía… 

Amazon

“Work hard, have fun, make history”, el mensaje de bienvenida para los 3.000 ‘asociados’

No entra ni un rayo de luz natural en todo recinto, y la temperatura es estable, a unos 21 grados. Desde la llegada de la covid, los suelos están repletos de pegatinas que recuerdan que se debe guardar una distancia de 2 metros. Muchos rótulos están en inglés. Pocos en catalán o castellano.

En El Prat, como en otros centros de almacenaje, se reciben productos de fabricantes de todo el mundo. Esta planta en particular goza de una posición estratégica. Con vehículo rodado, está a siete minutos del aeropuerto y a 15 minutos del puerto de Barcelona. Amazon hace los pedidos en función de las previsiones de venta y los almacena hasta que el usuario “hace clic”. 

Los productos no suelen esperar más de un mes en el centro. Es curioso como descansan. En lugar de estar ordenados por categorías –un millón de teléfonos en una planta, 2.000 cremas suavizantes en otra– están dispuestos únicamente en función del espacio que ocupan, de modo que un móvil, unas tijeras o un cepillo de dientes pueden ser compañeros de un mismo estante. “Es nuestro caos ordenado”, comentan fuentes de la empresa, que ha elaborado un robusto sistema digital que controla al milímetro dónde se encuentran los productos. 

22042021 Reportaje 2 plantas de Amazon en Barcelona. Fotos de las instalaciones, robots, trabajadores cargando y descargando, estación logística de la Zona Franca
Una empleada revisa envíos de Prime Xavi Jurio

Allí reposan hasta que el usuario los compra y su movimiento se reanuda: un operario los recoge y otro los empaqueta para mandarlos a una estación logística. Este es un centro distinto, más pequeño, que se encarga de ordenar los pedidos en función de su destino. Desde Barcelona se abastece el mercado local y también el extranjero. “El año pasado hicimos envíos a 164 países”, dice Joan Ametller, directivo de El Prat.

Las horas punta de las estaciones logísticas son de madrugada hasta primera hora de la mañana, cuando llegan los mensajeros a cargar los paquetes para entregarlos en el domicilio del cliente, las taquillas urbanas o puntos de recogida. El reparto está completamente externalizado. Amazon tiene acuerdos con grandes grupos, como UPS, DHL o Correos y también con pymes locales. Si algunas furgonetas o camiones llevan el logo de Amazon pegado a lo grande es porque la compañía paga a las empresas de transporte para anunciarse en los vehículos.

22042021 Reportaje 2 plantas de Amazon en Barcelona. Fotos de las instalaciones, robots, trabajadores cargando y descargando, centro logístico en el Prat
Un robot mueve productos en las instalaciones de la empresa Xavi Jurio

El 5% del reparto se lleva a cabo con el polémico servicio Amazon Flex, que se nutre de una red de mensajeros autónomos que trabajan en franjas de dos o cuatro horas cargando entre 20 y 50 paquetes (el modelo está cuestionado por la ley rider).

En muy resumidas cuentas, esta es “la magia” que hay detrás del clic. Una operativa que acorta cada vez más los tiempos de entrega. “Al principios tardábamos 2-3 días y ahora ya somos capaces de entregar en cuestión de horas”. 

Ritmo

Los tiempos de entrega se acortan cada vez más

Ametller comenta que la clave está en “invertir en el algoritmo que optimiza procesos y en el bienestar de los asociados”. Así es como designa Amazon a sus empleados, con una adaptación del término “associated”, utilizado para implicar al operario en la cultura empresarial. En El Prat hay unos 2.500 asociados en plantilla, 1.250 de los cuales se incorporaron en el 2020. Unos 500 más están contratados a través de ETT. 

La empresa no comparte más información sobre empleados en Catalunya (donde también tiene un hub de apoyo a las empresas vendedoras, con 800 trabajadores), ni otros muchos datos. Según fuentes sindicales de CC.OO. en El Prat, el 69% de los empleados son hombres y el 31% mujeres. La media de edad se sitúa en 26 años. 

22042021 Reportaje 2 plantas de Amazon en Barcelona. Fotos de las instalaciones, robots, trabajadores cargando y descargando, estación logística de la Zona Franca
El salario ronda los 21.400 euros anuales entre los mozos de almacén Xavi Jurio

El salario medio bruto de un mozo de almacén es de 21.400 euros al año, aunque puede subir significativamente con horas extra. Si bien el sueldo no es un gran motivo de controversia, sí lo son las cargas físicas que deben soportar. Jornadas de trabajo de pie, con descanso de 30 minutos para comer y, eso sí, libertad para ir al baño (no como se había denunciado en Estados Unidos). 

Según la empresa, los asociados no trabajan con objetivos, pero CC.OO. asegura que sí, que “constantemente se ejerce presión si no se alcanzan”. Lo del work hard seguro que lo aplican, pero elhave fun yel make history mejor lo dejan para Jeff Bezos.

Fuente: La Vanguardia.

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