Cansancio infinito. La sociedad catalana da muestras de agotamiento ante proyectos inviables pero que parecen dominar la hoja de ruta de las fuerzas que podrían vertebrar una mayoría de gobierno en Catalunya. El respaldo a la independencia es un buen termómetro de esa fatiga. Y en este momento no es solo que los opuestos a la secesión sean más numerosos que sus partidarios. La encuesta de GAD3 dibuja una correlación todavía más rotunda: el 52% de la ciudadanía manifiesta que votaría negativamente en un referéndum sobre la independencia frente a menos del 42% que lo haría a favor.
Desde enero pasado, el respaldo a la ruptura con España ha caído en apenas un punto, pero el rechazo ha crecido en tres, hasta cruzar claramente la línea del 50%. El problema de esta correlación es que refleja una división aparentemente irreconciliable entre los votantes de las distintas fuerzas políticas, hasta el punto de secuestrar su respectivo margen de maniobra.
Objetivos de la legislatura
El 22% quiere negociar la autodeterminación pero más del 40% opta por más autogobierno
En este sentido, un 80% de los electores de Esquerra, un 90% de los de Junts y prácticamente todos los de la CUP respaldarían la secesión en una consulta. En cambio, casi el 90% de los seguidores del PSC y más del 90% de los votantes del PP, Vox y Ciudadanos votarían en contra. Incluso siete de cada diez electores de los comunes rechazaría la independencia en un referéndum.
Sin embargo, frente a este dilema binario que convierte el mundo en un escenario en blanco y negro, el pragmatismo de la sociedad catalana emerge cuando se ponen diversas opciones sobre la mesa. Y, concretamente, al preguntar sobre cuál sería la vía más adecuada para resolver el conflicto catalán, aparecen soluciones con un mayor apoyo transversal. La principal sería una mejora del sistema de financiación de Catalunya.
Oposición a una ruptura
Solo el 12% de catalanes, y menos del 25% de los electores secesionistas, apoyaría una nueva DUI
El apoyo a un nuevo modelo de financiación autonómica alcanza al 36% de los consultados –ocho puntos más que en enero–y lo más importante es que no suscita el rechazo absoluto en casi ningún grupo de votantes. Lo respaldaría la mitad de los electores del PSC, uno de cada cuatro de ERC, uno de cada cinco de los comunes e incluso uno de cada diez de Junts. Y también tendría el apoyo fundamental de casi el 70% de los electores del PP o del 60% de los de Cs (e incluso de un tercio de los de Vox).
La siguiente opción –una reforma constitucional que no sería incompatible con un nuevo modelo de financiación– cuenta con el apoyo del 24% de los consultados. Y por grupos de votantes el respaldo es bastante homogéneo: un tercio de los electores de ERC, uno de cada cuatro seguidores del PSC o del PP, y uno de cada cinco de la CUP o de Vox. El menor apoyo se registraría de nuevo entre el electorado de Junts (sólo uno de cada ocho).
Negociación bilateral
La financiación se impone como la vía preferida para resolver el conflicto catalán
De hecho, solamente los votantes del partido de Puigdemont y la CUP se aferran a un referéndum de autodeterminación como única salida a la crisis catalana, hasta el punto de que un 70% de ellos apuesta exclusivamente por esa vía. En cambio, solo algo más de un tercio de los electores de ERC comparte esa apuesta, que no encuentra respaldo en prácticamente ninguno de los votantes del resto de formaciones.
En realidad, el apoyo general a la consulta como vía de salida a la crisis catalana ha perdido cuatro puntos desde enero, hasta caer en la actualidad por debajo del 23%. Ahora bien, la decantación de la sociedad catalana hacia el pragmatismo se ve ratificada por la respuesta que ofrece el sondeo a las prioridades que debería tener el nuevo Govern de Catalunya. Y ahí, el respaldo a una negociación para la mejora de la financiación y el autogobierno supera ya el 40% de los consultados.
De hecho, solo un 12% los electores se inclinaría por aprobar una nueva Declaración Unilateral de Independencia (DUI) y proclamar la república catalana, un porcentaje idéntico al de los partidarios de limitarse a gestionar las competencias del actual Estatut.
Para facilitar el indulto
Un 52% respalda que los presos independentistas prometan respetar la Constitución y el Estatut
La segunda opción con mas apoyo sería, no obstante, la de negociar un referéndum de autodeterminación y la amnistía de los presos independentistas. Más de un 22% de los ciudadanos apoyaría esa estrategia, aunque las distintas preferencias por grupos de votantes reflejan las tradicionales divisiones que atraviesan la sociedad catalana.
Por ejemplo, la mitad de los electores de Junts y la CUP, y el 40% de los de ERC apoyarían que el nuevo Govern tuviera como prioridad la autodeterminación y la amnistía. Pero entre el resto de votantes, esa hoja de ruta solo contaría con el respaldo de un tercio de los seguidores de los comunes.
Por su parte, la estrategia de negociar una mejora de la financiación tendría el aval abrumador de los votantes socialistas y populares (en más del 60%) y de algo más de un tercio de los electores de Esquerra, los comunes o Vox. Entre los de Junts, en cambio, el apoyo caería a en torno al 14%.
En cualquier caso, el respaldo de los propios votantes independentistas a una estrategia de ruptura con la legalidad dista de ser mayoritario. Solo apoyarían la aprobación de una nueva DUI alrededor del 25% de los electores de Junts y un 17% de los de Esquerra (además de un tercio de los de la CUP).
Asimismo, la encuesta de GAD3 ha preguntado sobre el apoyo que registra en la sociedad catalana el indulto a los presos independentistas. Y lo cierto es que esa medida sigue contando con un amplio respaldo, que se mantiene por encima del 60%, frente a un 32% que se opone. Sin embargo, por debajo de esas cifras afloran notables divisiones, especialmente entre los electores que no apoyan el proceso independentista.
Por ejemplo, los votantes del PSC están divididos a partes iguales entre partidarios y detractores. Y entre los de Ciudadanos, seis de cada diez se muestran en contra, un rechazo que alcanza al 75% de los electores populares y al 90% de los de Vox. Por supuesto, entre los votantes independentistas –pero también de los comunes– el apoyo al indulto se sitúa en cotas del 90%, con un rechazo mínimo que solo cabe interpretar como una preferencia por la amnistía como respuesta a la condena dictada por el Supremo.
Ahora bien, la sociedad catalana es consciente de que la tramitación del indulto presentará muchas dificultades si no existe un compromiso explícito por parte de los presos secesionistas de respetar la legalidad constitucional y estatutaria en sus futuras actuaciones. De ahí que un 52% de los consultados considere que los condenados por el procés “deberían comprometerse públicamente a respetar la Constitución y el Estatut para facilitar el trámite del indulto”. Y ese compromiso de respeto a la legalidad cuenta incluso con el respaldo de casi la mitad de los votantes de ERC, de uno de cada cuatro de Junts y de uno de cada cinco de la CUP.
Fuente: La Vanguardia.