Opinión

El ‘influencer’ español de la conciencia medioambiental: «Hay que pasar de la apatía a la utopía»

Javier Peña, con 500 millones de reproducciones y 1,5 millones de seguidores en su canal Hope, divulga la emergencia climática para impulsar un cambio social

Como si de una catarsis se tratara, hace tres años Javier Peña cambió de vida. No solo porque se convertía en padre por primera vez, sino porque leyó un informe en el que se aseguraba que apenas teníamos una década por delante para intentar revertir la situación del cambio climático que amenaza la Tierra. Aquella lectura le llevó sentir «la necesidad de hacer algo» y empezó a subir vídeos a Facebook donde intentaba explicar a qué nos estamos enfrentando realmente.

Tras la acogida que tuvieron estos primeros vídeos, Hope, el canal de Peña, cuenta ahora con más de 500 millones de reproducciones y, asegura, es el canal medioambiental con más impacto del mundo en Facebook, con un millón y medio de seguidores de más de 80 países.

Inmerso en la producción de una serie documental en la que quiere explicar el camino de la solución a la crisis climática y qué es lo que tendría que pasar para que lleguemos a tiempo de salvar el planeta, Javier Peña habla de sus dos proyectos y de su conciencia medioambiental.

-Tenía experiencia en comunicación en redes sociales, pero no hablaba de temas medioambientales hasta que se puso con este proyecto.

-Estudié biología y al final me metí en el mundo de la Comunicación. Con este proyecto, junto mis dos pasiones principales: la Naturaleza y la Biología y la Comunicación. Todo comenzó como una afición, pero empezó a tener tal impacto que decidí dejar mi trabajo y volcarme plenamente en hacer estos vídeos. Era lo que creía que había que hacer en ese momento. Me está apoyando mucha gente con pequeñas donaciones mensuales a través de Patreon y de Facebook, lo que me permite dedicarme plenamente a esto.

-¿Cuál sería su objetivo?

-Que una gran parte de la población entienda realmente la dimensión de la amenaza a la que nos enfrentamos. En segundo lugar, que comprenda qué es lo que debería hacerse para revertir esta amenaza. La opinión pública en democracia es la pieza clave que determina lo que es políticamente factible y lo que no, lo que se hace y lo que no. Conseguir acelerar la transición verde y que los planes climáticos de los gobiernos y de las empresas se adecuen a las recomendaciones de las autoridades científicas, algo que ahora mismo está muy lejos de producirse.

-¿Cuáles son las claves del éxito de Hope?

-Creo que he hecho, básicamente, lo contrario de lo que se supone que hay que hacer para llegar a mucha gente con la comunicación de la crisis climática. Trato al espectador como un adulto que se quiere informar, sin rehuir la complejidad ni la gravedad, para explicar que esto es un problema muy grave pero que estamos a tiempo de solucionarlo si actuamos.

-¿Cómo se organiza para hacer estos vídeos? ¿Tiene un calendario?

-No hay una periodicidad establecida. Cuando sale un nuevo informe hago un video explicándolo. Cuando sale un estudio que habla de una solución, la explico. Mi estilo es contar lo que está diciendo la Ciencia, pero traduciéndolo a un lenguaje que pueda entender cualquiera, independientemente de su formación.

“Cuento con Fernando Valladares, que acaba de recibir el premio Jaime I de Ciencia y es uno de los científicos climáticos más reconocidos de España. Está trabajando codo con codo conmigo, tanto en los vídeos de Hope como en el proyecto de la serie

Aquí me han ayudado mucho grandes científicos que se han sumado al proyecto y que me ayudan a pulir los guiones y asegurarme de que, lo que se publica se ajusta a la Ciencia. Entre otros, cuento con Fernando Valladares, que acaba de recibir el premio Jaime I de Ciencia y es uno de los científicos climáticos más reconocidos de España. Está trabajando codo con codo conmigo, tanto en los vídeos de Hope como en el proyecto de la serie que estamos financiando ahora mismo a través del micromecenazgo.

-¿Cómo surge su consejo asesor editorial?

-De forma natural. Cuando tengo dudas a la hora de escribir los guiones de los vídeos, voy conociendo a científicos a los que hacer preguntas. Estos científicos también te presentan a otros nuevos y se va creando una red informal que forman el Consejo editorial. Son grandísimos científicos que están apoyándome desinteresadamente para ayudarme a garantizar el rigor.

-Mencionaba antes que está realizando un documental. ¿Por qué lo financia con donaciones?

-Lo lanzamos así justamente para poder garantizar el rigor científico y no ponernos en manos de grandes patrocinadores que nos puedan presionar para favor de una determinada agenda o de un determinado interés.

-¿Qué puedes adelantar de los contenidos del documental?

-Es pionero a nivel mundial porque (y es una de las cosas que más me llamó la atención) nunca se ha hecho ni un documental y una serie documental que explicase a fondo qué es lo que tendría que pasar para resolver la crisis climática a tiempo y cumplir los objetivos del acuerdo de París. Creo que es fundamental. Es como cuando estás en un incendio. El primer factor que determina tu actitud es que te des cuenta de que estás en un incendio. Es la parte de alarma, de concienciar a la población sobre la gravedad que tiene esto. El segundo elemento, que es igual de importante, es que sepas qué hacer al respecto, por dónde tienes que empezar, qué tiempo tienes y cómo tienes que reaccionar. Esta serie tiene el objetivo de la segunda línea, de mostrar cómo sería una transición verde integral exitosa para que, con ciertos cambios en nuestra sociedad, podamos detener nuestras emisiones de CO2 a tiempo. Algo que tendría que pasar en el ámbito de la alimentación, del transporte, de la industria, en la economía o en la gestión de ecosistemas naturales.

-¿Qué debería cambiar?

-Todo. Pero tenemos que salir de esa apatía y de ese derrotismo en el que muchas veces nos vemos instalados. La gente se abruma ante la inmensidad del reto que tenemos enfrente y de las perspectivas que nos plantean los expertos científicos. Hay que pasar de esa apatía a la utopía, a la esperanza, a visualizar lo que podríamos conseguir. Tenemos en nuestras manos la mayor oportunidad de cambio de condición social que ha vivido la humanidad. Tenemos la posibilidad de transformar, en cuestión de décadas, toda nuestra sociedad para que sea más sostenible, más limpia, más justa y que sea un mundo físicamente mejor que el que recibimos.

La serie intenta mostrar cómo sería ese camino y esa sociedad que podríamos construir, poniendo en marcha las mejores soluciones que de las que disponemos. Es movilizar desde la esperanza y desde el deseo de cambio, que creo que es una fuerza muy poderosa.

-¿Cuál sería el mayor obstáculo o reto que tenemos que hacer frente para dejar un mundo mejor del que nos encontramos?

-La transición, por los poderosos intereses económicos a los que les va muy bien con la situación actual y que quieren retrasar esta transición para seguir manteniendo sus cuentas de beneficios el mayor tiempo posible. La de todos nosotros a la hora de implementar las medidas que requiere la Ciencia. Con el coronavirus hemos visto de lo que es capaz un Gobierno si está en una emergencia. Esa sensación de emergencia aún no está, ni se le espera, en cuanto a la acción climática, pese a que los informes científicos no pueden ser más claros. Incluso más de 400 revistas médicas publicaron un editorial conjunto en el que alertan de que la crisis climática es la mayor amenaza para la salud de la humanidad. Sin embargo, seguimos con este ritmo de acción tranquilo e ineficiente.

Es como si a tu hijo le recetan antibióticos cada 8 horas, porque tienen una infección grave y tú le estás dando antibióticos cada dos días porque te parece oportuno. No va a funcionar. Con la emergencia climática estamos igual. La variable tiempo en el que se actúe importa y mucho. Va a ser muchísimo más costoso actuar dentro de 10 años (puede que ya lleguemos tarde) que lo que sería hacerlo ahora. Es fundamental que la ciudadanía comprenda, para que los gobiernos empiecen a actuar, cuál es esta emergencia.

-¿Cree que a nivel social sí que hay más conciencia sobre este problema?

-Creo que la mayoría de la gente desconoce el punto crítico en el que nos encontramos. Estamos en un punto en el que, según la Ciencia, lo que hagamos en estos próximos años va a determinar las condiciones en las que vivan las generaciones de los próximos milenios. Hay sistemas climáticos que, una vez que se desestabilizan, ya es prácticamente imposible devolverlos al estado previo. La urgencia es total.

-Puso en marcha el canal Hope hace casi tres años alertado por un informe en el que se denunciaba que teníamos 12 años para intentar revertir la situación. ¿Está más asustado, menos o igual que antes?

-Más. Cuanto más te informas sobre esto, más te asustas.

-Se dice de usted que es un ‘influencer’ en el área medioambiental. ¿Se siente cómodo con esa etiqueta?

Es cierto que asociamos ‘influencer’ a gente que promociona marcas. No sé cómo definirme, salvo como un divulgador científico que usa redes sociales y las pantallas de televisión para promover una mayor conciencia medioambiental.

FUENTE: ABC

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