La región no ha recuperado ni siquiera el 9% de los comercios que cerraron por la pandemia
Las dificultades que arrastraba el pequeño comercio estallaron con la llegada del Covid. La irrupción de la pandemia supuso el golpe definitivo, y masivo, para cientos de tiendas en Aragón. Y el sector sigue sin recuperarse. De hecho, esa oleada de cierres se ha perpetuado. Los anuncios de apoyo y de incentivos lanzados por las autoridades no han surtido efecto. En el mejor de los casos, han ayudado a contener la pérdida de establecimientos, pero no a compensar los que se han quedado por el camino.
Según los datos oficiales recopilados por ABC, Aragón ha perdido casi 500 comerciantes. Ahora tiene, exactamente, 442 menos que hace dos años, a tenor de las úlitmas estadísticas de afiliación a la Seguridad Social.
En lo peor del Covid, en 2020, echaron la persiana un total de 484. Y en los doce últimos meses solo se ha producido un incremento neto de 42 en todo Aragón. Es decir, no se han recuperado ni el 9% de todos los que se perdieron en el primer año del coronavirus.
Por provincias, la más golpeada es la de Zaragoza. La capital aragonesa concentra la mayor parte de los establecimientos comerciales que hay en Aragón. De los 20.086 comerciantes que hay dados de alta en la región, 14.515 ejercen en al provincia de Zaragoza. Y la capital concentra la mayor parte, porque también es el mayor foco de población y, por tanto, de consumo.
La provincia de Zaragoza tiene actualmente 401 comerciantes menos que hace dos años, que antes de que llegara la pandemia. La provincia de Huesca ha perdido 20, y otros tantos la de Teruel.
Más de 65.000 asalariados
Ese declive del comercio se ha trasladado también al empleo generado por este sector, aunque en menor medida. En cifras absolutas, Aragón ha perdido algo más del 2% de los autónomos de comercio, pero solo el 0,7% de los asalariados. El tejido comercial emplea actualmente en Aragón algo más de 65.000 trabajadores, unos 400 menos que hace dos años, antes del Covid.
Fuentes del sector indican que el Covid disparó los problemas que azotaban al pequeño comercio desde hacía tiempo. Se ha acentuado y acelerado el declive. Los meses que tuvieron que cerrar, las limitaciones posteriores y la caída del consumo que supuso la pandemia tumbaron establecimientos que ya arrastraban dificultades. Y cuando la situación económica empezó a recuperarse, ya era tarde para ellos.
A eso se ha unido el aumento del comercio electrónico. La pandemia disparó las compras por internet, un segmento que aceleró la captación de demanda en detrimento de las tiendas físicas.
FUENTE: ABC