Opinión

Apostar por el territorio

Cuando resurge la primavera Benicàssim estrena la temporada artística de sus Villas con una apuesta por la cultura segura. Una exposición colectiva aborda el arte contemporáneo desde la perspectiva gráfica aportando talentos como el de Miquel Barceló. Desde sus inicios se impregnó de la huella picassiana hasta compartir cartel con el maestro malagueño en Villa Elisa. A escasos metros destaca la verde balustrada de Villa Amparo. Un refugio que esconde el legado de Ernest Hemingway durante la guerra. Recuerdo con añoranza la sorpresa de los veraneantes cuando visitaban el Maestrazgo y la comarca dels Ports de Morella. La naturaleza en todo su esplendor junto a la monumentalidad patrimonial y paisajística hablaban por si solas. Su cultura ancestral ha ido decayendo en usos y costumbres por la pérdida de habitantes. La llegada de las energías eólicas no ha supuesto ningún tipo de repoblación más bien al contrario. Si la Mancomunidad dels Ports que engloba a diecisiete municipios y la Plataforma por los paisajes de Teruel coinciden en denostar nuevos proyectos con afecciones graves al territorio, será por algún motivo. Por eso no se entiende la obcecación de algunos políticos en vender las bondades de los megavatios y de la fractura ecológica de la MAT(línea de muy alta tensión). Hay masias habitadas, explotaciones agropecuarias y casas rurales con encanto afectadas por el Clúster del Maestrazgo. De su probable desaparición no va a ser cómplice Yolanda Sevilla, una alcaldesa valiente que no ha dudado en declararse no partícipe del entramado de Forestalia.

«LA EXPLOTACIÓN DE LA ALTA TENSIÓN NO DEBERÍA APROVECHAR EL VACÍO LEGAL»

La exportación de alta tensión no tendría que aprovechar el vacío legal que desampara a los términos municipales de las pequeñas poblaciones. Como ejemplifica Benicàssim preservando la integridad de algunos enclaves singulares se apuesta por el territorio como estímulo para el turismo, actividad complementaria, proyectos agropecuarios, sector terciario y segundas residencias.

La compensación por absorción de CO2 desde las zonas boscosas está contemplada en las directivas europeas tal como apunta José Manuel Salvador desde la DGA. Compartir las sinergias históricas entre el mar y la montaña supone una apuesta económica por el territorio para ilusionar a emprendedores, residentes y futuras generaciones.

FUENTE: EL MUNDO

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