Hace unos días, antes de la victoria zaragocista ante el Almería, el míster, Juan Ignacio Martínez hablaba de unos “benditos problemas” a la hora de confeccionar su once. Uno de ellos se encuentra en el lateral derecho, porque Carlos Vigaray estaba completando una gran temporada. Sin embargo, la irrupción de Álvaro Tejero le ha costado el puesto, y lo ha hecho a base de un gol, y el centro que culminó en el gol de Iván Azón.
Un tanto y una semi asistencia. Semi porque, a pesar de que el cabezazo de Nieto podría ir a gol, lo remató Iván Azón para garantizar que el tanto subiría al marcador. La jornada anterior ya se armó de valor para convertir un penalti, algo que ha comentado este martes en sala de prensa. “Fue fácil porque ningún compañero puso pega. Dije que estaba con confianza para tirarlo y me dejaron. Lo suelo trabajar en los entrenamientos; tengo confianza en mi golpeo. Decidí tirarlo, salió bien y el equipo ganó”, explicaba.
Tejero se encuentra bien, aprovechando esa titularidad que tanto ha trabajado. Afirma que su idea siempre ha sido “trabajar para estar preparado para la oportunidad”. Y así lo hizo. Quien también está bien es el equipo, que acumula dos victorias seguidas y cinco partidos sin perder. Ahora, que toca hacer frente al Girona, “la mentalidad es la misma”, dejarlo “todo” en el campo y seguir sumando.
Ahora mismo, el equipo cuenta con seis de ventaja sobre el descenso, algo que “da tranquilidad”. Sin embargo, el equipo no quiere quedarse ahí, sino alejarse verdaderamente de los últimos puestos. “Seguimos disputando finales y queremos seguir sumando”, aseveraba el lateral. Por ello, es clave mantener la filosofía del “partido a partido”, pensar en “dar lo mejor” en el siguiente y sacar tres puntos.
Por último, Tejero ha ensalzado la valía de una plantilla amplia. A pesar de que es el entrenador quien decide a quien pone, todos buscan estar preparados para su oportunidad. Considera que tiene “mucha calidad”, por lo que es importante que sigan trabajando todos. Este viernes va a ser clave para dejar sentenciada la salvación, alcanzando los 44 y poniéndose a dos victorias de certificar un año más de vida.
Fuente: Aragón Digital.