La transición energética está revolucionando la España Vaciada. Hace 3 años que los promotores de parques fotovoltaicos empezaron a localizar terrenos donde instalar huertos solares y firmaron contratos con los propietarios. Las consecuencias de los acuerdos a los que llegaron empiezan a sufrirlas ganaderos y agricultores que deben abandonar las tierras alquiladas y que hasta ahora habían estado trabajando.
Un ejemplo lo tenemos en Quintanilla del Monte, a 30 kilómetros de León, donde la Junta Vecinal ha cedido 750 hectáreas para construir un mega parque fotovoltaico. En esta zona trabajaban agricultores como la familia de Elena Pérez que ya ha recibido el burofax que la expulsa de estas tierras. Ella entiende que la oferta económica de la empresa que construirá la fotovoltaica Villameca I era irrechazable: “Prometieron 1.000 empleos, eso son palabras mayores, no dijeron cuanto tiempo estarían trabajando, eso también es verdad, pero independientemente del empleo o el dinero que suponga para el pueblo me parece una salvajada”. Y añade: “Si se ponen 850 hectáreas de placas solares pues tanto agricultores como ganaderos tendremos que ir al paro”.
El proyecto pone de manifiesto las contradicciones que se toman desde la administración, ya que la familia de Elena con su trabajo mantiene el monte limpio, evita los incendios y sigue viviendo en un pueblo donde las pocas posibilidades que ofrece obligan a emigrar a la capital.
Otro parque fotovoltaico en Valderrey, León
Este ejemplo no es una excepción, se repite a otros escasos 40 kilómetros, en Valderrey, donde se implantará otro mega parque fotovoltaico. Se trata de Somozas Solar y Maragato Solar. Aquí son propietarios particulares que han cedido ceder sus campos a grandes empresas dejando a agricultores en el paro. Este es el caso de Alfonso Pérez quien durante más de 20 años trabajaba alquilando tierras para cultivar cereal o patatas y ahora ve como sus 250 hectáreas son prácticamente suelo industrial: “Me dan trabajo para limpiar las placas, pero yo no quiero eso, quiero venir aquí y trabajar sembrando como he hecho siempre, no quiero estar limpiando con una bayeta”.
Las propuestas económicas de las renovables han caído como un inesperado maná económico en las zonas rurales por su rentabilidad muy superior a la de los cultivos tradicionales. También pequeños ayuntamientos como el de Valderrey ven en estos proyectos una importante inyección económica que le permitirá mejorar los servicios en las nueve pedanías que dependen de este consistorio.
“La fotovoltaica no será una realidad hasta 2023. Tenemos una filosofía de dar los máximos servicios a la ciudadanía y eso lo conseguimos con ingresos ahora lo hacemos sacando de donde no hay. Si se hace, podremos mejorar el transporte, traer trabajadores sociales, ayudas para jóvenes que quieran instalarse en esta zona”, explica Gaspar Cuervo, alcalde de Valderrey.
Grupos ecologistas denuncian la falta de planificación territorial
La provincia de León es un ejemplo del alud de solicitudes para implantar parques fotovoltaicos en terrenos agrícolas, pero los hay en todas las autonomías. Por eso grupos ecologistas como GEPEC en Catalunya denuncian que la administración está desbordada frente a la avalancha de proyectos de empresas renovables y que no hay una verdadera planificación territorial.
“Las renovables dan dinero y hay un montón de promotores que intentan invertir poco y ganar mucho. Esto está provocando que los proyectos se hagan sobre terrenos baratos económicamente, son los agrícolas rehuyendo los terrenos de vocación industrial que son más caros. Solo hay que ver que cerca de Barcelona, donde más energía se consume, no hay ninguno”, asegura Xavi Jiménez, presidente de GEPEC.
En el sur de Tarragona hay protestas por la excesiva concentración de parques eólicos. Son comarcas con viento constante, economía agrícola y población envejecida. Cisco Blanch alcalde de La Fatarella asegura que por su ayuntamiento han pasado once proyectos eólicos y 4 fotovoltaicos este año. “Es una lucha de David contra Goliat -asegura el alcalde- No estamos contra las renovables, pero nosotros ya cubrimos el cupo de implantación eólica, con el parque que llego en 2007 y que dejo poco trabajo, vienen empresas de fuera y no favorece que la gente se quede aquí. Al final si todo el territorio lo trinchan con molinos quedaremos cuatro”
Estos proyectos renovables conviven con otros modelos de éxito en Alemania como son las Comunidades Energéticas Locales más eficientes y colaborativas que poco a poco ganan fuerza. En Valencia hay 33 proyectos, el más adelantado está en Crevillent. Se trata de un nuevo modo de generar usar y gestionar la energía renovable a nivel local con la cooperación de la cooperativa eléctrica y el ayuntamiento que cede sus edificios para instalar placas solares. Los usuarios pueden ahorrar un 20% en su factura mensual.
Fuente: RTVE.