Aplaude el compromiso del Gobierno central pero reclama que se concreten el reparto de fondos y las convocatorias.
Aragón aplaude el plan nacional de medidas ante el reto demográfico, que recoge una inversión que supera los 10.000 millones de euros, pero demanda una mayor concreción. Para saber el rédito que podrá extraer de él, la Comunidad necesita conocer qué autonomías podrán acceder a las ayudas y cuándo está previsto que salgan las convocatorias. El comisionado del Gobierno de Aragón para la Lucha contra la Despoblación, Javier Allué, insiste, además, en la importancia de que las autonomías, las diputaciones y las entidades locales puedan participar en la gestión de los fondos o, al menos, en el diseño de la redistribución en las zonas rurales. Al hablar de la participación de la DGA en el plan no se refiere solo a la capacidad que tendrá para presentar manifestaciones de interés sino que solicita tomar parte en “el diseño de las convocatorias y en la gestión directa” de los recursos económicos.
Los 10.000 millones de los fondos Next Generation sirven de complemento a la estrategia nacional en la que trabajan el Gobierno central y las comunidades, tal y como se acordó en la VII Conferencia de Presidentes en enero de 2017. El primer factor a determinar del plan actual, vital para los intereses de Aragón, es definir si las 130 medidas tienen como objetivo afrontar el reto demográfico o luchar contra la despoblación. Si se opta por la segunda opción, los beneficiarios se reducirían a las seis u ocho comunidades más afectadas. Si se opta, por contra, por afrontar con ellos el reto demográfico, se incluirían variables como el envejecimiento, la despoblación, la población flotante y otros parámetros y se ‘colarían’ regiones con menores problemas.
Una vez se conozca el sistema de convocatorias que se va a arbitrar, se podrá empezar a presentar proyectos. Y es una baza a favor de Aragón por el buen trabajo realizado en los últimos meses con la iniciativa privada para preparar propuestas que opten con garantías a la financiación europea. “Todos los proyectos que pueden tener receptividad en un territorio son buenos para luchar contra la despoblación. Muchos de los Proyectos Estratégicos para la Recuperación y la Transformación (Pertes) se radicarán en el medio rural”, recuerda Allué. Así que algunos de los que se trabajan en la Comunidad, sobre todo los relacionados con el mundo de la agroalimentación y las energías renovables, se podrían canalizar a través de este plan.
Espera Allué la convocatoria “inminente” de la Conferencia Sectorial de Reto Demográfico para que se concreten las reglas del reparto. Defendía hace unos días la vicepresidenta Teresa Ribera las bondades de este plan, que pasan por mejorar la vertebración territorial de España, eliminar la brecha urbano-rural e impulsar actuaciones sobre el territorio para reactivar las zonas más afectadas por las urgencias del reto demográfico. Actuaciones, todas ellas, necesarias en Aragón, que se llevarán a cabo a través de proyectos que se ejecutarán entre 2021 y 2023.
Dinamización del medio rural
Para luchar contra la despoblación también se trabaja en el Gobierno de Aragón en un anteproyecto de ley para la dinamización del medio rural que incluirá bonificaciones fiscales. Allué espera tener lista en el primer semestre del año esta propuesta normativa. “La fiscalidad por sí sola no determina que alguien fije su residencia en el medio rural, pero ayuda”, reconoce. Y está en estudio si la futura ley podría recoger directamente las bonificaciones o si se debería mandatar a la DGA para que elabore un plan de fiscalidad diferenciada en los tributos cedidos.
Defiende el comisionado de la lucha contra la despoblación que el trabajo que Aragón ha desarrollado en los últimos años está dando, al fin, sus frutos. “Si no fuera por el trabajo que se realiza desde la Administración autonómica y las entidades locales Aragón sería un desierto fuera de Zaragoza”, señala, y recuerda que en la Comunidad se impulsó el primer plan regional contra la despoblación ya en el año 2000.
La evolución positiva se refleja en las cifras, que revelan una ligera mejora. Mientras en los años 2012, 2013 y 2014 las tres provincias aragonesas perdían población, con datos del padrón del 1 de enero de 2020, desde 2018 Aragón ha ganado 20.663 habitantes, gracias a un saldo migratorio positivo que compensa el crecimiento vegetativo negativo, y figura entre las primeras de las ocho comunidades que afrontan graves desafíos demográficos. Solo Castilla La Mancha mejora sus cifras, mientras Asturias, Extremadura, Galicia y Castilla y León presentan peores resultados.
A la espera del ‘efecto covid’
Los datos provisionales del Instituto Nacional de Estadística a junio de 2020 reflejan, también, un crecimiento de 1.016 habitantes en la Comunidad, que sitúan a Aragón por delante de Navarra (707), La Rioja (206), Asturias (-3.474), Castilla y León (-9.999), Castilla La Mancha (-2.426). Extremadura (-2.669) y Galicia (-3.847).
La incógnita está ahora en conocer cómo está afectando la covid a la demografía aragonesa. “Si no se hubiera producido una pandemia, Teruel hubiera logrado consolidar los datos de crecimiento ese año”, reconoce Allué. Pero la sobremortalidad, con 2.633 fallecidos por covid en 2020, y las restricciones de movilidad que limitan la migración podrían dar al traste con esta incipiente recuperación.
La financiación autonómica, la clave
La reforma del sistema de financiación autonómica se incluye como una de las reformas normativas clave para combatir la despoblación. “Las carreteras no se miden por habitantes, sino por kilómetros”, insiste Javier Allué, y recuerda que tanto el Gobierno de Aragón como las Cortes defienden un nuevo sistema de reparto en el que se tenga el cuenta el sobrecoste en la prestación de servicios que asume la Comunidad por culpa de la dispersión y el envejecimiento de la población. Ante la inminente negociación en el Consejo de Política Fiscal y Financiera, recuerda que Aragón tiene muy clara la postura que defiende en un frente integrado por las autonomías españolas con mayores problemas de despoblación.
Fuente: Heraldo de Aragón.
