Lambán saca la cara por la provincia aragonesa, que reúne a ministras y expertos. “No hay libertad cuando los ciudadanos no pueden elegir dónde quieren vivir”, admite la ministra de Justicia
Aragón fue el lugar elegido para albergar el Diálogo sobre el Futuro de la España Despoblada, una iniciativa desplegada en varias mesas de trabajo y participación que comenzaron este lunes en Teruel, ciudad escogida por ser considerada una referencia en el desarrollo de iniciativas orientadas al cambio de modelo territorial y la puesta en valor de los espacios más despoblados de España. Así la ven algunos ya, entre otros el presidente de Aragón, Javier Lambán, que rompió la sintonía de su mesa al afirmar que la provincia sur de la comunidad «no es en absoluto el prototipo de la España abandonada», sino más bien un «ejemplo» de la revitalización que también están experimentando otras zonas de España.
Partiendo del presente, en Teruel se quiso imaginar el futuro, planteado con fecha 2050, año en el que se calcula que los municipios de menor tamaño en España perderán cuatro millones de habitantes. Se trata pues de diseñar una estrategia para frenar la pérdida de dinamismo económico y social de los municipios más pequeños y lograr que el equilibrio territorial entre el medio urbano y el rural sea uno de los grandes retos a los que se enfrente el país.
Las preguntas planteadas de partida dejan claro cuál es la intención de estas jornadas que continúan este martes: ¿Cómo podremos mejorar las condiciones de vida en los municipios de menor tamaño de España? ¿Cómo podremos hacer llegar los servicios a los municipios menos poblados? ¿Qué necesitan los jóvenes para vivir en el medio rural? ¿Es necesario un pacto de Estado para abordar estas dificultades y necesidades? No hubo muchas respuestas, más bien lugares comunes, aunque sí alguna aseveración para reflexionar. Por ejemplo, la de Secundino Caso, presidente de la Red Española de Desarrollo Rural: «Ha hecho más la pandemia por el mundo rural que todas las ayudas europeas».
Hasta Teruel se desplazaron dos ministras, Lambán, consejeros, presidentes de diputaciones y abundantes expertos y cargos institucionales como José Antonio Mayoral, rector de la Universidad de Zaragoza, que inauguró la mañana en el campus de Teruel recordando que, por ley, su institución debe colaborar en la vertebración del territorio. «En la cumbre sobre el planeta (Glasgow) hablamos del territorio y de que la economía descarbonizada no será posible si no contamos precisamente con el territorio, con las personas que lo hagan viable habitándolo con dignidad y perspectivas de futuro».
Alcañiz y Teruel, en los planes de descentralización del Gobierno
El Ministerio de Política Territorial, que dirige Isabel Rodríguez, ha decidido descentralizar las instituciones y ubicará la mayoría de los nuevos organismos fuera de Madrid. No hay intención del Gobierno de trasladar la Administración central, debido al alto coste y la complejidad que supondría, por lo que la decisión que ha tomado el Ejecutivo ha sido la de ubicar los nuevos organismos (salvo excepciones) fuera de la capital para combatir la denominada España vaciada.
Serán casos como los de Renfe o la UNED, que han apostado por ubicar sus centros tecnológicos lejos de la capital en ciudades como Teruel, donde se abrirá un centro para la gestión y mantenimiento de Infraestructuras ferroviarias, o Alcañiz, que albergará una segunda universidad a distancia en Aragón. Otras instituciones públicas como Correos, el Ejército de Tierra o Instituciones Penitenciarias tendrán nuevas infraestructuras en lugares como Soria, Cuenca o Córdoba. El objetivo es el de generar un reparto más equitativo de los recursos y aportar mayores posibilidades de empleo a más ciudades.
Emma Buj, alcaldesa de Teruel, explicó que en esta tierra «llevamos muchos años trabajando para que se entienda que la despoblación es un problema de Estado» y que «la gente se va» de estas zonas «porque no hay trabajo, no porque no hay servicios», por lo que si hay gente, «habrá servicios», afirmó la primera edil turolense, que dejó una petición a la ministra de Justicia, Pilar Llop, presente en el acto: «Todas las leyes deberían pasar un filtro de ruralidad. Hay que saber primero cómo van a afectar a los territorios para no vivir en realidades paralelas».
La citada ministra de Justicia aseguró que la idea es «acercar la Justicia a los territorios para que cualquier ciudadano pueda acceder a los servicios judiciales incluso en los lugares más pequeños», para lo que se refirió a una red vertebradora a través de las oficinas de Justicia que ocuparán el lugar de lo que hoy se conoce como juzgados de paz. «Ahí podrían hacer todo tipo de trámites judiciales e incluso celebrar vistas telemáticas».
«Necesitamos cohesión territorial, pero también digital. Queremos lograr la interoperabilidad con los sistemas de las comunidades. Necesitamos un país donde haya igualdad porque sin igualdad no hay libertad. No la hay cuando los ciudadanos no pueden elegir dónde quieren vivir», afirmó la ministra.
Por su parte, Mayte Pérez, consejera de Presidencia del Gobierno de Aragón, admitió que no hay fórmulas mágicas para luchar contra este problema. «Hay que hacer atractivo el territorio, sacar el valor diferencial del mundo rural y no competir con las ciudades», dijo la turolense, que recientemente fue nombrada secretaria general de Reto Demográfico en la Ejecutiva Federal del PSOE. «Hay una desigualdad, pero esto no debe suponer una confrontación. Necesitamos alianzas», dijo la consejera, que prefiere hablar de «España desaprovechada».
FUENTE: El Periódico de Aragón
