Gúdar Javalambre, Maestrazgo, Matarraña, Bajo Aragón y otras comarcas y localidades de Teruel están viviendo situaciones no deseables con motivo de diversos proyectos de energías renovables que se quieren instalar en la provincia.
Gran parte de esas iniciativas son promovidas por la empresa Forestalia a través de sociedades de diferentes nombres. Una sociedad para cada proyecto.
Antonio Arrufat, asesor del presidente Javier Lambán, inició hace tiempo unas visitas a las localidades de Rubielos de Mora, Puertomingalvo, Mosqueruela, Cantavieja, La Iglesuela, Mirambel, entre otras, para venderles las bondades de estos proyectos a los alcaldes de estos municipios, en su mayor parte regidos por el PSOE. En algunos de estos encuentros, se oyó decir al expresidente de la Diputación Provincial de Teruel (ya imputado en su día por la concesión de alguna subvención y acusado de prevaricación), algo así como: “A estos alcaldes les invitas a champán francés y firman lo que sea”.
Recientemente se ha incorporado al proyecto José Antonio Pérez Cebrián, exdirector general de Caja Rural de Teruel, quien según fuentes financieras fue “invitado” por el Banco de España a dejar el cargo por una gestión no alineada a la ortodoxia que exigía su puesto.
Este personaje se autodenomina Asesor Estratégico de Forestalia, aunque se comenta que en estos momentos la relación entre Arrufat y Pérez Cebrián no es la deseable entre compañeros de proyecto.
En los últimos días las localidades de Linares de Mora, Mezquita de Jarque, Castellote, Ejulve y otras del Matarraña se están manifestando en contra de los parques eólicos.
Especial mención requiere el caso de Mosqueruela. La alcaldesa, Alba Lucea, militante del PSOE, ha conseguido lo peor que puede suceder en una localidad de 400 habitantes; generar conflictos y división social. En apenas unos días se han celebrado dos plenos y en ambos ha sido derrotada su propuesta de autorizar la instalación de un número elevado de parques eólicos.
Paisajes de Teruel, una asociación independiente y muy preocupada por el territorio, ha aglutinado a mas de 6.000 vecinos de estas localidades en contra de estos proyectos. Se han presentado miles de alegaciones que ponen en valor el paisaje, la fauna, la flora, el ecosistema, el gran activo de estas comarcas y atractivo fundamental para el turismo, verdadero motor económico de estas zonas, junto con la ganadería y agricultura.
El plazo para la presentación de alegaciones finalizó el pasado 16 de abril y ahora la responsabilidad de su aprobación o no corresponde al Gobierno de Aragón y al Gobierno de España. En concreto, los departamentos de Industria, Energía y Medio Ambiente deberán valorar el posible y destrozo de esta operación privada.
Y hay más. Las comarcas castellonenses de ELS PORTS y sus pueblos se han manifestado en contra de que transcurra por sus territorios la llamada línea de evacuación, con un número impresionante de torres y tendido eléctrico que destrozará su paisaje, su hábitat y su economía. Chunta Aragonesista y Compromis han manifestado también públicamente su oposición a estos proyectos.
El presidente de la Diputación de Castellón, del PSOE, se ha manifestado estos días muy preocupado por el movimiento social en contra. Por lo visto aquí si aparece el sentido común oponiéndose frontalmente a estas iniciativas, por la trascendencia negativa de lo que se avecina. Y no les falta razón.
Estos días aparece en medios nacionales, como El Español, El Mundo, Cadena Ser y RTVE la preocupación y la negativa ciudadana a la instalación de estos megaparques en la España rural.
Si se analiza la evolución de la población en los pueblos que ya se han instalado parques eólicos o fotovoltaicos, el descenso es brutal. Un ejemplo de ello puede ser Maranchón, que ha visto disminuir su población de formn alarmante. También Escucha o Utrillas donde recientemente se han denegado ampliaciones de parques eólicos por esta circunstancia por parte de Industria del Gobierno de Aragón.
Es evidente que es necesario reducir las emisiones de CO2. Las energías renovables son un instrumento adecuado para ello, el sol y el viento son sin duda fuentes para la generación de energías limpias.
El problema surge cuando se quiere acometer de una forma acelerada, sin planificación y con vicios especulativos. Surgen entonces promotores, y quienes les acompañan, sin escrúpulos e inéditos en el sector energético, los cuales buscando suelos baratos en zonas que tras años de esfuerzo han conseguido generar destinos y marcas turísticas, que con esta invasión las pondrán en serio peligro.
Como puede entenderse, en estos últimos años se ha conseguido que el problema de la despoblación, de la España vacía haya trascendido de manera importante para todos los colectivos sociales, empresariales y políticos, pero curiosamente en estos momentos, salvo excepciones, guardan silencio ante esta tropelía ¿Tiene sentido? ¿Qué objetivo pretenden? ¿A quien beneficia este silencio?
Sólo contribuye a cerrar los pueblos, destruir la economía, dejar de ser “los pueblos mas bonitos de España”, cargarse el turismo, el astroturismo, la ganadería, la agricultura… al final VACIARLOS DEFINITIVAMENTE.
Y todo ello con un desprecio absoluto a la convivencia, al ecosistema, a la fauna, a la flora, a las aves, a los habitantes.
Dejarán de ser atractivos nuestros pueblos, nadie los va a visitar y los oriundos que disponen de una segunda vivienda verán reducir su valor de manera importante y el atractivo e interés de viajar a la tierra que le vio nacer.
Lo que no es aceptable es publicitar un pretendido incremento de puestos de trabajo en la zona, cifrado en varios millares de ocupaciones que para nada se corresponderán con la realidad, especialmente en el momento de finalización de las obras. La realidad es que el nivel de puestos de trabajo en las posteriores labores de mantenimiento es mínimo y probablemente inexistente para los habitantes de las localidades afectadas, ya que se requiere un número muy reducido de especialistas que temporalmente acudirán desde fuera de nuestra región.
Ejemplo: el parque fotovoltaico de Samper de Calanda está atendido por un número reducido de personas que vienen desde Jaén dos veces al año.
Señor Presidente del Gobierno de Aragón, señor Presidente del Gobierno de España, señores políticos y gente de más que guarda silencio, ¿de verdad están a favor de estos proyectos y por lo tanto de las consecuencias en cuanto a daños irreparables?
Peñagolosa